miércoles, 19 de agosto de 2009

HOY

Si hoy estoy triste, tengo penas, no quiero hablar, aunque deba hacerlo.Tengo miedo de lastimarte. aunque por ahí me atrevo, pienso que nadie lee esto y es como estar en el desierto, sólo escucha el viento y la arena la pena del viajero. Más, pienso en declararme silencioso, aunque el silencio sea una puñalada en contra mío. Pero a quién contar y que lo entienda? si la gran mayoría están con tanto prejuicio que da miedo hablar. Mejor me quedo callado.

miércoles, 12 de agosto de 2009

EL LLAMADOR ( EL ÁNGEL DE LA POESÍA ) --poemario

1
Lo contrató un campesino
en tiempos de la sequía
y cantó sin descansar
hasta ver la lluvia un día.
¡ Vaya oficio que tenía !

2
Y lo contrató una moza
que vivía enamorada
pero no sabía de quién;
Él no pudo cantar nada.
¡ Vaya oficio que ostentaba!

3
Después lo llamó la lluvia
para pedirle en un trago
que traiga urgente a la nube;
esa nube del milagro.
¡ Ese pedido hizo estragos!

4
Hasta que un día una viuda
lo llevó hasta el cementerio
y me lo tapó el silencio.
Después fue sólo misterio.
¡ Vaya qué oficio tan serio!

5
Y lo convocó el fogón
que se quedó sin cenizas
por que sin tener memoria
la vida es sólo una brisa.
¡Ahí le nació una sonrisa!
6
Insultó al viento en persona
y el viento se hizo presente;
le devolvió la razón
con una voz tan creciente...
Que llamó a Dios dulcemente.

7
Cantó a la nube y cantó
para tener aguacero
cantó a la viuda. Ahuyentó
la pena del cementerio.
Y ya no existía el misterio.

8
Cantó al amor con dulzura,
cantó al amor con urgencia
y el amor se hizo presente
con esa noble obediencia.
Oficio con mucha ciencia.

9
Y en alas del viejo viento
fue buscando las historias
hasta volverse cargado
de mucha y buena memoria.
El fogón gritó ¡Victoria!

10
Lo llamó la soledad
que tan sola se sentía
corriendo por los ramajes
de sus horas tan sombrías.
"El Llamador" sonreía.

11
Libertad lo convocó
por esos largos caminos
filosofando afilada
a cerca de su destino.
Se transformó en remolino.

12
Y así con extrema urgencia
también lo llamó el amor
su chispa ya se apagaba;
por eso el llanto de Dios.
Se le escapó el corazón.

13
Ahora "El Llamador" busca
con insistencia mayor
por que no tiene sentido
la vida sin corazón.
Es un desgarro su voz.

14
Lo vieron por las mañanas
hurgando rayos de sol,
buscando por las praderas
algún punto conector.
Ya no era "El Llamador".

15
En otros tiempos el Héroe
despertaba admiración,
destellos, cuando pasaba,
se encendían como un sol.
Ahora es sólo una ilusión.

16
Hoy lo llamó por probar
una anciana solitaria
por que la sal del adiós
nunca ha sido hospitalaria.
Su vida ya es muy precaria.

17
La mujer enamorada
pidió en nombre del amor
al mismo Dios, de rodillas,
himnos y salmos cantó.
"El Llamador" acudió.

18
Cuando lo tuvo presente
la octogenaria intentó
pero su voz que era un hilo
al momento se cortó.
Le ha ganado la emoción.

19
No había testigo del acto
sin embargo en el lugar
por una brisa embriagada
la gente supo, al azar,
y lo comenzó a llamar.

20
Lo llamó una adolescente
para quitarse la vida
pero "El Llamador" por eso
no sale de su guarida.
Ella se quedó dormida.

21
En el sueño lo encontró
y lo intentó dominar;
"El Llamador" que es un sabio,
le ha comenzado a cantar
hasta hacerla enamorar.

22
Con latidos del amor
ya no quería morir
la habitaba la sonrisa
y esas ganas de vivir
que la hacían tan feliz.

23
Por esa obra "El Llamador"
Volvió a su senda normal
Y hasta el viento ya cansado
Lo ha llegado a convocar.
Con ganas de renunciar.

24
Pero Él que sabe las cosas
tiene caminos prohibidos
y tiene sendas secretas
pa’ no torcer su destino.
Conoce bien los caminos.

25
Dios un día lo creó
Para agilizar las cosas
Y le encargó del amor
Y otras series misteriosas.
No fue una creación jocosa.

26
Por eso cuando lo llaman
analiza la cuestión.
Lo piden de todas partes,
debe andar con precaución.
Siempre ofrece solución.

27
Una noche inmaculada
lo llamaron los cantores
pues, la cigarra del viento
apagada por “señores”
se durmió en los cañadones.

28
Lo convocó una ventana
que cerrada por la ausencia
lloraba cielos dormidos,
evocaba una querencia.
Él le ha brindado su ciencia.

29
Y un candado lo llamó
por que vio a la libertad
paseándose muy ufana
por risas de la ciudad.
La llave se fue a pasear.

30
Una puerta que ha cerrado
su sonrisita de “ pase”
canta vidalas de olvidos,
llora lágrimas de sangre.
Hace tiempo que no se abre.

31
La vidalita sombría
desde su lecho gredoso
le lloró toda su pena
de su ser tan lagrimoso.
Luz de cauce cadencioso.

32
Se detuvo el viento un día
por el corredor del tiempo
y lloraron los violines
con todo su sentimiento.
Lo sacudió ese tormento.

33
El sol se cansó también
y al apagar su mirada
palidecieron estrellas,
la luna no veía nada.
...Él hizo la luz sagrada!
**********
Lucho Ponce - Metán, Salta, Argentina

COMO EL ROCÍO A LA ROSA --canción

Si yo pudiese atrapar
esa sonrisa tuya
la guardaría junto a mi dolor
para endulzar mi vida.

Si yo pudiese gravitar
en el cielo de tus ojos
y por la noche en tu soñar
enredarme en tus antojos.
( puente )
Si yo pudiese llegar a vos
como el rocío a la rosa
entonces mi corazón,
entonces mi corazón
te diría tantas cosas...!

( estribillo )
Si yo pudiese explicarte
que hay un sol para los dos,
que este camino es muy ancho,
que necesito tu amor...
Si yo pudiese contarte
que me muero de dolor,
que esta pena de estar solo
m lastima el corazón,
que esta pena de estar solo
me lastima el corazó ó ó ón.

---bis puente y estribillo--
letra y música Lucho Ponce -Metán, Salta ,Argentina

martes, 11 de agosto de 2009

TILCARA... SILENCIO MUSICAL ---LIBRO--

SEMANA SANTA EN TILCARA

Amanecer de silencio
manos unidas en rezo
agradeciendo el milagro
contemplando el universo.

Se renueva la esperanza,
se renueva la ilusión
siento una bulla en el pecho;
Dios está en mi corazón.

El aire tiene sonido
aquí lo puedo escuchar
en el país de Tilcara
el silencio es musical.

Una banda de sikuris
condimentan la mañana
llenando el aire de sones
llenando de luz el alma.

Semana Santa en Tilcara
el rezo no tiene voz
la devoción es tan grande
que el silencio es corazón.

Parado frente a una Hermita
contemplando a Jesucristo
siento la luz de sus ojos
y por fin siento que existo.

Mi corazón hecho trizas
llega buscando consuelo
a renovarse en silencio
en la gracia de tu pueblo.


A LA VIRGEN DE COPACABANA DEL ABRA DE PUNTA CORRAL

Virgencita del Milagro
Virgen de Copacabana
hacé que vuelva contento
cantando para las Abras.

Todos los años te pido
para la SEMANA SANTA
un cielo limpio en mi pecho
y ese sol en mi garganta.

Milagros que han de cumplirse
cuando sé lo que le pido
y así se endulza mi copla
con mi cajita lo digo.

Tilcara me presta el cielo
espejo de su alma bella
y así me inspiro copleando
bajo de un techo de estrellas.

Mi copla no tiene caja
mi canto no tiene dueña
por eso mi copla llora,
por eso mi canto sueña.

Virgencita yo te pido
trabajo y amor sincero
una caja bien templada
para decir lo que quiero.

Amo la vida tranquila
amo la PAZ y lo sabes
hoy sufro por mis hermanos
siento que mi pecho arde.

Podré decir del AMOR
podré decir de la PAZ
pero si sigue la guerra
dolor será mi cantar.


ROMANCE EN TILCARA

Jujeñita tu mirada
me habla en silencio nomás
hoy te escribo enamorado;
quién sabe adónde andarás.

Una docena de veces
te encuentro y tanto te admiro
creo que ya te estoy amando
por eso ha’ i ser que te miro.

Tilcareña, tilcareña
con tu sonrisa de miel
me has jurado amor eterno
y toda la vida también.

Realidad del sentimiento
que se expresa abiertamente
dice del amor callado
que se brinda simplemente.

Mielcita de la quebrada
cuándo te podré encontrar
mi vida ya anda cansada
tanto buscar y buscar.

Juega una quena en la tarde
su melodía en el viento
yo sensiblero y callado
sintonizo el sentimiento.

En mis coplas a Tilcara
que le canto enamorado
voy bebiendo el vino añejo
de un sentir ilusionado.

Enredadera del tiempo
trepando y tejiéndose
igualita que mis sueños
sin ellos yo qué seré.

Vamos mi amor a Tumbaya
cerquita ‘el amanecer
para que nadie nos vea
ni sepan de este querer.

Al costadito del cerro
sentados, un día gris,
nace amor de primavera;
por eso me gusta abril.

Otoñal es tu mirada
serena y bella a la vez
cholita de las quebradas
dame tu beso de miel.

Cuerdita de mi guitarra
el recuerdo de tu voz
si otra vez puedo escucharte
podré cantarle al amor.

En Tres Cruces una chola
encendió su luz de amor
pal’ enero tilcareño
ya alumbró mi corazón.

Desde entonces que el verano
parece de miel y flor
si es su boca que me besa
cada vez que sale el sol.

Si me voy por una calle
guiado por una estrella
siento una brisa y ya sé
que son las caricias de ella.

Ay, vientito violinero
llevame a pasear con vos
a ver si encuentro a la chola
que me ha dejao sin razón.

Ovejita lanudita
dame tu tierno bellón
quiero abrigar este sueño
que sólo tiene ilusión.

Llamita de estos lugares
en coplas digo mi halago
dame una noche tu abrigo;
el invierno ya es muy largo.

En la piedra alisadita
que calienta bien el sol
en una noche de enero
chola; me has dado tu amor.

Estrella que me acaricias
desde aquella inmensidad
acortemos los caminos
te doy mi sueño; bajá.

Trinidad, yo la esperaba
trinidad que al fin se dio
la belleza del paisaje,
tu belleza y mi ilusión.

Fruta chiquita y sabrosa
que el tiempo la maduró
manzanita de tilcara
quiero otra vez mi porción.

La papa de estos lugares
dicen que es muy especial
dame la papa cholita
ya nomás quiero probar.

El agua te necesita
cholita vení a beber
no es el agua de tu río;
es el agua de mi ser.

Rayo de sol que me abraza
rayo de sol que me besa
representa tu mirada
que me abriga y me embelesa.

El vino cuando madura
toma buen cuerpo y sabor
así pasa con la chola;
se le endulza el corazón.

Ay ponchito que me abriga
buen abrazo para el frío
pero se arrima mi chola;
verano es el canto mío.

Quebradeña de mis sueños
cantame un carnavalito
con letra de nuestro amor
y en vez de aplauso; un besito.

Mi fuego te necesita
chola vení a calentarlo
con amor será la paga
chola, si puedes lograrlo.

Con adobes y con piedras
levanté mi rancho fiel
puro anhelo y esperanza
chola, vivamos en él.

Melodía que va y viene
por los senderos del tiempo
destejiendo soledades
tejiendo algún sentimiento.

Si la quena de mis sueños
le acerca su melodía
se hará verbo mi mensaje
y el beso se hará poesía.

El brillo besa esta tierra
con un canto de alto cielo
lunita bajá esta noche
permitime ese consuelo

Si en una noche de enero
a un hombre lo ven parado
no es un cardón de los cerros;
es un ser enamorado.

Ese soy yo que custodia
el amor de una morena
que por no saber amarme
se está muriendo de pena.


EL PAISAJE DE TILCARA

Silencio de la montaña
canta cuantito la miro
pintura de mi jujuy
igual que vos ; yo la admiro.

La placita de Tilcara
es un abrazo de amor
una mirada risueña
que me endulza el corazón.

El cielo baja a beber
tranquilidad de tu pueblo
ya se contagian mis ojos
ya se contagian mis sueños.

Lugar para el reencuentro
enarbolando el abrazo
en la tierra del misterio
en la tierra del encanto.

Una quena me seduce
me lleva en su melodía
brisa bañada de sueños
lo mismo que mi poesía.

Ya siento fragancia a molle
la belleza del paisaje
y un charango en “la menor“
que me habla de otro equipaje.

El eco vuelve endulzado
la montaña no lo sabe
lo espera mi pecho abierto
lo envía la brisa suave.

Tan breves tus callecitas
tus veredas ni qué hablar
sin embargo tu belleza
no se puede comparar.

Al costado del camino
todas las flores más bellas
me guían por el camino
como si fueran mi estrella.

Un valor incalculable
tu belleza singular
Tilcara nunca te olvido
no dejaré de cantar.

Para llenarme de gracia
contemplo tanta hermosura
y casi sin darme cuenta
formo parte de tu altura.

Justo en la puesta de sol
tomo una fotografía
para contar y decir
Tilcara es una poesía.

El sol me presta su lumbre
con el último destello
me voy al pico más alto
en el paisaje más bello.

Me arrimo al río de tu alma
y su viaje cantarino
me habla de cosas de antaño
de cuando el hombre era niño.

Va descarnado mi asombro
descalzo mi corazón
va de rodillas mi pena
trata de pedir perdón.

El trabajo cotidiano
dignificando a tu gente
quedo mirando extasiado
tan humilde y diferente.

Me va atrapando la noche
la belleza se transforma
las montañas de Tilcara
se van bebiendo mi sombra.

Mi lápiz no tiene riendas
más bien no quiere parar
esta belleza me inspira
coplita crepuscular.

A las orillas del río
me amaste bella morena
con la música del agua
con el calor de la arena.

Justito al amanecer
cuando el sol me da su fuego
quisiera poder gritar
y avisarle al mundo entero.

Ciudad niña, ciudad madre
callecitas con memoria
visitando tus rincones
comienzo a querer tu historia.

Subo a tus cerros cantando,
cantando bajo también
henchido el pecho de amores
del alba hasta anochecer.

Ayer le canté una copla
a una chola en Huacalera
hoy ya la escuché en Tilcara;
vaya coplita viajera.

Me voy por El Antigal
en alas de un viejo sueño
un nosequé de oraciones
me avisa de viejos dueños.

Abrazando en el recuerdo
a la ciudad de mi vida
tan cálida que te siento
dulce Tilcara querida.

Un matecito cebado
con muña muña del cerro
y esté donde esté no importa
de pronto nace el recuerdo.

La vida que es un milagro
me ha traído hasta tu pueblo
ahora ya quiero quedarme
echar raíz en tu suelo.

Aclara el día y ya salgo
a beber de tu silencio
esa música del alma
que gozo mientras la siento.

Me voy pero no te dejo
si mi corazón se queda
regreso en cada momento
cuando mi ser te recuerda.

Jujuycito de mis sueños
quisiera quedarme en vos
formar parte del paisaje
latir en tu corazón.

Arenas del Huasamayo
de día calienta el sol
por las noches me cobijan
en los brazos del amor.

Por la calle solitaria
en un dulce amanecer
vendiendo leche de burra
me sorprendió una mujer.

La quebrada es un misterio
lo quisiera descifrar
con la tinta de mis ojos
y el cuaderno de mi andar.

La miradita risueña
de las cholas del lugar
te endulzan bella tilcara
haciéndote singular.

En tu plaza el artesano
brilla en su luz natural
lamparita de madera
la luna me da un collar.

Un sikus me da la nota
mi pecho empieza a cantar
en abril canta tranquilo
y alegre pal’ carnaval.

EL ANHELO DE LA COPLA

Què lindo si yo pudiera
bajar el sol con mis manos
y ese calor repartirlo
entre todos mis hermanos

Bajo de un molle frondoso
lloraba casi deshecho
de pronto la LUZ del cielo
puso canción en mi pecho.

Callecitas de Tilcara
de belleza siempre llenas
me pongo alegre al llegar
y al irme; me agarran penas.

Estrellita que en la noche
alumbras la copla mía
lindo sería si alumbraras
mi pena también de día.

Miro tus bellas montañas
y es río crecido mi sueño
cierro los ojos; de iluso,
me siento que soy tu dueño.

Amanecer en Tilcara
como en ninguna otra pàrte
tanta belleza que encierras
cómo no voy a cantarte!

Abril me da la belleza
tranquila de tu paisaje
voy rezando mientras canto;
soy viento por tu ramaje.


LA CHOLA QUE NO HA SÍO

De Tres Cruces mi venido
en una burra mañera
pero no importa en qué venga;
yo quiero ver a mi negra.

Ya vamos cruzando el río
de vuelta para mi rancho
mi despertao’ l’ otro día
peliando con los caranchos.

Me había voltiao en el agua
machao po’ ya ni me acuerdo
creyendo que era chalona
casi me comen los perros.

No quise irme así nomás
fui pal’ centro del poblao
ushuta, sombrero nuevo,
ponchito, todo ‘i comprao.

Agua de flor olorosa
maquinita de afeitar
caramelo pa’ mi burra
pa’ que me pueda llevar.

Devalde tanto aprontarme
para nada me ha servido
andar tan enamorado
cholita ajena había sido.

Tomo vino de amargura
por que mis ojos la vieron
tan ilusionao venía
y otro la estaba queriendo

Te tengo buenas noticias
burrita escuchá nomás
mi chola se ha ido con otro
con vos me vua desquitá.

CUANDO TILCARA CANTA

Huainito me andás buscando
huainito me has de encontrar
en el son de una guitarra
y en la ilusión al cantar.

Canta, canta un pajarito
canta, canta sin cesar
se contagia de los changos
queneritos del lugar.

Canta el pueblo, canta el río
canta el viento del lugar
canta el amor y el respeto
y hasta el silencio ha’i cantar.

Canta el recuerdo aquel día
que no podés regresar
es canción de la nostalgia
que no se puede callar.

Tonadas de todas partes
convergen en un rincón
peña de Carlos Cabrera
canto, danza y tradición.

Cafecito de Tucuta
se adorna con tu cultura
cualquier amigo que llega
vuela en su gozo la altura.

CULTURA EN DEFENSA PROPIA

Que los señores despierten
por Dios! de una vez por todas
y preserven la quebrada
sin llevarse de las modas.

No quisiera ver un día
que el frío del pavimento
se lleve tu idiosincrasia
matando este sentimiento.

Al cuenco azul de los sueños
hecho con tu barro añoso
no lo tiene la pobreza;
no puede salir del pozo.

Si el runa no va a la escuela
no te podrá defender
cuando la mano enemiga
te mienta de otro querer.

Un runa sueña y trabaja
un runa juega y espera
anhela su libertad
igual que la patria entera.

Mi copla no tiene estudio
la calle ha sido su escuela
por eso se hace sensible
y hace que todo me duela.

Un changuito quiscudito
ojitos medio achinaos
ponchito de lana al viento
y un andar medio cansao.

Vicuñita, vicuñita
ayer te vi en la quebrada
pero hoy veo en la vidriera
sólo abrigos con tu lana .

MI COPLA EN CARNAVAL

Oiga Señor Intendente
venimos a preguntarle
si pueden ser más larguitos
los tiempos de carnavales.

Una semana es nadita
dos semanas poco digo
tres semanas masomenos
ya empieza a tener sentido.

Cuando preparo la caja
ya me palpita el bagual
me llaman las tradiciones
pal’ tiempo del carnaval.

Para probar suena el parche
al tono de alguna copla
y el acusi va templando
viejo decir de la coca.

Menos mal que ya se acerca
Febrero empieza mañana
temprano saldré a encontrarlo
pa’ que no me halle en la cama.

Varias cholitas del pueblo
ya esperan bien entonadas
con sus coplitas dulzonas
al runa de las quebradas.

Así como los sikuris
rezan en semana santa
en carnaval cómo ríen
las coplas en las gargantas.

La luna se ha vuelto caja
ahora la puedo tocar
una copla tilcareña
me hace cantar y cantar.

Tilcareña prometeme
que pal’ otro carnaval
has de prestarme tu caja
yo la quiero hacer cantar.

JUEVES DE COMADRES

Una cholita intentaba
cruzar el río crecido
por que en la banda esperaba
muy ansioso su marido.

Había andao carnavaleando
en un jueves de comadres
diez días habían pasado
carnavaleando? quién sabe.

Había perdío su sombrero
volvía con otras ushutas
salió con polleras largas
volvía con polleras yutas.

Carnaval tiene la culpa
cantaba justificando
pero el marido esperaba
varillita rescoldeando.

Bagualeras que se abrazan
en un copleo sin fin
el río sufre de envidia
nunca podrá competir.

HUMOR

Una dama tilcareña
por mis ancas va subiendo
pero no tengo caballo;
no sé si me está entendiendo.

COPLAS DE LA BALANZA

Dos coplas voy a decirle
retándola pa’ que cante
si le hablo de mis amores
vidita no se me espante.

La otra coplita que digo
habla de un trago de vino
ese que bebo en sus besos
cuando la llevo conmigo.

Contésteme pues vidita
si quiere ya puede hacerlo
atento voy a escucharla
no tengo ningún recelo.

Hablemé del jueves suyo
pal’ tiempo del carnaval
cuando casados un día
se me vaya a comadrear.

Cómo estaré cuando vuelva
enharinada y cantando
tal vez con harina y todo
diré que la sigo amando.

Me mordería la lengua
por saber por dónde ha andado
con quién ha tomao la chicha,
con quién será que ha bailado.

Yo me habré portado bien
y no tendré desconfianza
para que vea que es cierto
le hablaré de la balanza.

Esta balanza no miente
dice la pura verdad
la inventamos los compadres
el último carnaval.

Caballero me pondré
pa’ invitarla a ver qué hace
el reglamento es bien claro;
dice: no vale a negarse.

Subasé mi chola amada
ya no me haga esperar más
yo voy a subir después
y seguirá todo igual.

No demore más le pido
ansioso estoy por mostrarle
lo bien que yo me he portado
el jueves de los compadres.

Si esta balanza tan sólo
muestra los graves errores
si se enciende la luz roja
es por que anduvo en amores.

Ya que se queda tan quieta
mirando fría el invento
yo he de subir pues mi chola
mostrando el comportamiento.

Después de subir, bajé
mi chola empezó a llorar
no ha prendido la luz roja
se ha llegado a emocionar.

Como no quiso subir
yo no la quise obligar
total, si confío en ella
si nunca me ha de engañar.

Tomen ejemplo compadres
no hace falta la balanza
si tienen comportamiento
no existe la desconfianza.

Si las comadres, seguro
toman la chicha entre ellas
o allá en las lomas más altas
se van a ver las estrellas.

LA VECINDAD DE LOS SUEÑOS

A orillitas de mi sueño
hizo nido tu esperanza
ahora ya somos vecinos
falta que tome confianza.

Si esa casa es de ilusiones
igualita que la mía
refuerzo la medianera
con una dulce poesía.

Tu esperanza y mi esperanza
ya son un mismo camino
mando mensaje en un beso
mientras agrando mi nido.

El fuego de tu mirada
se ha encendido para mí
para que nunca se apague
tengo leñas de un sentir.

El calor que junto al fuego
nos convoque en el invierno
serán tu mano y la mía
astillas de un mismo sueño.

El humito del ensueño
se irá buscando ese cielo
llevando el querer de dos
para juntar los anhelos.

Del monte de la confianza
busco leñita reseca
para encender la mirada
cuando tu amor esté cerca.

Leñita que cargaré
en el hombro de la suerte
apuntalando a la vida
que me llevó a conocerte.

Cavaré un pozo en la tierra
y ofreceré lo mejor
la pacha se lo merece
ella me ha dado tu amor.

Antes cuando no eras mía
sufría de soledad
me conformaba mirando
tu figurita al pasar.

Cuánto me pesa tu ausencia
cuando no puedo ir a verte
así es el amor cholita
ahora sufro por tenerte.

Dolor dulce es el amor
es un dolor que no deja
el que lo tiene lo sufre
y el que no; también se queja.

Mi cholita escúcheme
si la acaricia este viento
es por que ya le ha llegado
mi amor con mi sentimiento.

Voltiemos la medianera
dejemos de ser vecinos
que se haga verbo el poema
juntemos nuestros destinos.

SEÑORA ELSA

Señora Elsa Choque Vilca
de Zalazar pa’ más seña
cantando coplas se siente
la más pura tilcareña.

En el vientre del recuerdo
sus hijos siguen cantando
la copla del amor simple
que doña Elsa fue sembrando.

En honor a su memoria
alzo un vino de amistad
hago un brindis por Tilcara
y otro brindis por Metán.

Usted llevó su cultura
como una forma de vida
y cuando acechó el dolor
Tilcara fue su guarida.


A GERMÁN CHURQUI CHOQUE VILCA

Germán ¨Churqui” Choque Vilca
mi copla te anda buscando
quiere que tu pluma sabia
siga soñando y cantando.

Maestro de la poesía
tu pulso late en el tiempo
mis ojos se van bebiendo
de a trago tu sentimiento.

Con el vino de tu sueño
se va embriagando mi esencia
licor que bebo en silencio
cuando vuelvo a tu querencia.

Tilcara sube a tu vuelo
canta la copla del sueño
del hijo aquel que ha vivido
feliz de ser tilcareño.

Orgullo de haber nacido
en la tierra más preciosa
llena de tanta cultura
y las cholas más hermosas.

Choque Vilca en la poesía
tiene marca registrada
digo Germán Choque Vilca
y estoy diciendo Tilcara.

La madera de tu sueño
se ha vuelto caja coplera
así canta tu esperanza
de la más dulce manera.

Una calle de Tilcara
lleva tu nombre, Germán
por esa calle transitan
poesías y nada más.

COPLAS AL ÁRBOL

Arbolito de alto sueño
el viento de tus violines
me trae viejos mensajes
de aquellos altos confines.

Con las hojas del otoño
en la vereda de mi alma
hago un tapiz de silencio
pongo tu nombre en la trama.

El día que me atropellan
las penas y las tristezas
busco alivio en el saber
rugoso de tu corteza.

Así contaba mi abuelo
que en otros tiempos lejanos
le pedían energías
a este amigo soberano.

A veces se lo abrazaba
como se abraza a un amigo
pidiendo luz y sosiego
y fuerza para el camino.

Otras veces simplemente
tomaba la hoja un momento
para pedir un descanso
para su alma en sufrimiento.

Si alguna vez en la vida
tuvo que verlo caer
el hachazo no fue herida;
el hachazo fue un deber.

Se sirvió de su ramaje
para encender el fogón
y del tallo ha armado un bombo
pa’ agrandar su corazón.

De la madera de algunos
labró sonora guitarra
para cantar sus endechas
cuando el amor lo desgarra.

El árbol que es buen amigo
da su tallo y da su rama
el hombre que es como el viento
deja libre sus amarras.

Al pájaro libertario
también lo sintió su amigo
y le ofreció su ramaje
para que labre su nido.


MELANCOLÍA

Sombrerito color noche
cuántas veces la has vestido
a mi coyita pituca
y hoy, pena que no ha venido.

Y no vendrá me dijeron
los aires de la quebrada
y dijo el runa pastor
que conoce su mirada.

Yo quiero besar su pena,
quiero abrazar su quebranto;
que vuelva al amor un día,
que ya detenga su llanto.

Si el amor, mi dulce chola,
es como la vida misma
que va y que viene y se queda;
un dolor y una caricia.

SUELTAS

Cuando Claudio Zalazar
talla su alma de madera,
hay un romance en sus ojos;
y en su sueño una escalera.

Una yapa me han pedido
una yapa les daré
paro ahora seré silencio;
cuando vuelva cantaré.

UN AÑO ENTERO EXTRAVIAO

Para armar la nueva hermita
un amigo me ha invitao
he vuelto para el otro año
mi chola se me ha enojao.

Es que una rubia porteña
se ha fotografiao conmigo
sale luciendo mi poncho
y haciéndome unos cariños.

No sé cómo ha hecho mi chola
para saber del asunto
pero nos mandó, furiosa,
a pasear a los dos juntos.

Las chicas de la ciudad
son chicas muy cariñosas.
Eso le quería explicar
y se han empeorao las cosas.

Es una chica turista
y ya ha dicho el intendente
que es deber de un tilcareño
de tratar bien a esa gente.

Simpática la rubita
además; qué macanuda
igual a la del taller,
pero esa está po’ desnuda.

La conocí en el Enero
cuando Tilcara se entona
por esos tiempos mi amigo
me da por salir de joda.

Con mi charango encumbrado
romántico y natural
le canté un carnavalito
la moza empezó a bailar.

Me pidió que continuara
cuando la noche madura
con su pincel de ilusiones
quiso que pinte la luna.

La brasita del amor
se asomó tímidamente
y en la quebrada brilló
la voz de un amor reciente.

Salimos con la porteña
solitos de caminata
junto al murmullo del río
le ofrecí mi serenata.

Eran canciones de amor
y en un momento divino
cerré los ojos y vi
que vos estabas conmigo.

Eran tus labios de fuego
que me besaron; lo sé
y las manos eran tuyas
y tu perfume, mujer.

Desde entonces no he podido
despertarme de aquel sueño
un año entero ha durado
yo sigo siendo tu dueño.

¡Cómo que ya ti olvidao;
mejor, ni lo mencionés
si a vos ti dao serenata
y aquellos besos de miel.!

Dejala a la porteñita
que crea qui’estao con ella
te juro mi chola hermosa;
vos sos la mujer más bella.

Yo no te cambio por nada
a vos te quiero nomás
si tuyo es el charanguito,
el corazón y el cantar.

Así mi gusta mi chola
que me mire con pasión
si a usté le doy mis caricias
y le doy todo mi amor.

Ya sabe mi chola hermosa
confianza en mí ha de tener
si aparece la porteña
le moh de hacer creer otra vez.

Lucho Ponce -Metán, Salta, Argentina

DEL AMOR HONROSO -cuento

Había una vez una mujer que conoció a un hombre interesante.
A él también le pasó lo mismo.
Naturalmente, se enamoraron y juraron ante la vida; que para ambos era lo más sagrado, que jamás iban a lastimarse. Que por el contrario, iban a cuidarse, a quererse en esa amplitud generosa de la palabra.
Así fue que un día partieron a la soledad total del monte y allá, sin más testigos que la quietud y el silencio, hicieron votos de amor eterno: Vilma y Aurelio.
Todo marchaba a la perfección.
Si alguien los veía, podía sentir admiración, o envidia en caso de los enfermos de corazón y mente.
Pasaban los años y ellos regaban la planta del amor incansablemente. Cotidianamente rezaban juntos y juntos, a dos voces, renovaban el compromiso aquel que los uniera en amor perpetuo.
Una vez, Vilma tenía cierta cara de preocupación. Aurelio se sintió preocupado y un poco molesto.
- Sabes dulce amada mía que puedes compartirlo todo conmigo, además, es un deber.
-Si mi vida, mi cielo, no te ofendas dulce dueño de mi vida. Sé que debo decírtelo y lo haré, sólo que no sé cómo empezar. ¡Ay, Dios mío!
Aurelio la miraba con piedad y con intriga.
Al fin, Vilma encontró la punta del ovillo.
- Recuerdas que me dijiste que siempre te había interesado la humanidad, que tu amor se derramaba a favor de la gente y que podrías dar la vida si era necesario para salvar a alguien?
- Sí mi vida, mi dulzura, mi tormenta de ternura, relámpago que encandila mis ojos, qué me le está pasando? Dígame, cuénteme, hágame partícipe de su preocupación.
- Bien, así me gusta escucharte amado mío. Sé del hombre que tengo a mi lado, me enorgullezco de pertenecerte; luz de mi existencia. Pasaré a contarte. Resulta ser que hace unos diez años atrás, un hombre y una mujer se casaron. El casamiento vino después de una tormenta de amor; breve pero terrible. Ambos sentían que no podían estar ni un minuto más separados.
Se casaron; pero en la noche de bodas, la mujer enfermó y en seguida murió.
-Vilma, a esta altura estaba llorando y no podía seguir su alocución. Aurelio también lloraba y sentía que el corazón se le estrujaba de tristeza y dolor por la mala suerte de este pobre hombre. De qué manera se lo podría ayudar, se preguntaba.
Al fin ella pudo retomar la palabra entre sollozos.
-Me contó que durante estos diez años estuvo como un loco y que no quería ver a nadie; pero que ayer salió a dar un paseo y que le pareció escuchar su voz que le decía que reinicie su vida, que busque con quién hacer ese viaje de luna de miel que había quedado trunco, que debía haber un dios del amor que se apiade de gente como él. Que rece, que pida, que implore. Dice que lo hizo y que cuando me vio, sintió en su corazón que a ese viaje debía hacerlo conmigo.
Y otra vez el llanto cerró su garganta y anuló su palabra. Esta vez el llanto era de alto vuelo y la desesperación era tal, que Aurelio, por un momento sintió miedo de que muera de pena, de angustia.
Secó sus lágrimas y la miró a sus ojos. Le hizo saber que estaba orgulloso de ella, que ninguna mujer se enternece con esa realidad ajena. Que debía hacer aquel viaje y servir a este pobre hombre, que de esa manera estaría sembrando el bien, el amor más puro por el prójimo. Pero que antes debía pasar por el banco y retirar los ahorros que tenían; que seguramente este pobre hermano estaría sin efectivo.
- Cuantos meses crees que puedes estar ausente, dulce fruto de mis labios?
- No muchos, mi dulce cielo, supongo que tres o cuatro solamente.
- Yo prefiero cuatro, así me das tiempo a construirte un monumento.
- ¿ Un monumento, mi frutilla con crema?
- Sí, un monumento al amor, pero a ese amor majestuoso, a ese amor celestial, al amor más puro que nunca jamás nadie podrá sentir por otro ser. La humanidad debe tener recuerdo de este gesto máximo del amor.
Vilma partió sin más pérdida de tiempo. Aurelio comenzó de inmediato con la obra.
Terminó la obra antes del tiempo previsto. Se quedó a la espera de su regreso.
Mientras tanto pensaba “ cómo es la vida, poner ante mis pies a una mujer tan pura, tan especial, tan espiritual. En lugar de apelar a los cuernos, como lo haría cualquier mujer vulgar, ella hace de esta circunstancia, un himno al amor.”
Pasaban lentos los días; pero ya faltaba poco, casi nada, digamos que ya estaba.
Según su cálculo, al día siguiente estaría por casa.
Efectivamente. Al medio día, llegó un auto. Vilma y un señor al volante, esperaban por Aurelio. Este se arrimó, cargando en su rostro el orgullo por ella, y por su obra, que desde el camino se la veía perfectamente.

-Aurelio, hazme el favor de alcanzarme el resto de mis cosas, su finada esposa le pidió al señor que me haga quedar para siempre.

Lucho Ponce -Metán, Salta, Argentina

INDALECIO CUEVAS --poema gauchesco

INDALECIO CUEVAS

Le canta Indalecio Cuevas
desde esta, su soledad,
ya que tanta adversidad
lo dejó sin compañía
muy grises fueron los días
y muy hondo su dolor
triste es vivir sin amor
Indalecio lo ha sentido
por eso es que aquí ha venido
a vaciar su corazón.

Los que tienen compañía
hijos, cobija y amparo,
están ante Dios parados
recibiendo bendiciones.
Pero escuchen mis canciones
tan sólo hablan de un penar
nadie ha querido escuchar
a este pobre desdichao;
al rancho de un desgraciao
nadie se arrima a cantar.

Tan sólo canta el silencio
esa canción solitaria
es la acequia milenaria
que busca el mar de su pecho
aquí me tienen deshecho
bajo un cielo tormentoso
me contaría por dichoso
si escuchara mi cantar
pa’ que vuelva a recordar
aquellos años de mozos.

Dicha de tener guitarra
así poder expresar
la lluvia de mi pesar
que es la llovizna de abril.
Cielo vestido de gris
viento que corre bajito
mientras que mi alma a los gritos
busca consuelo en la flor
octubre era en mi canción
cuando quedé tan solito.

Desde entonces ni siquiera
tuve noticias de ella
la busco en alguna estrella
en esas noches sombrías.
Ellas saben que fue mía,
que vive en mi corazón,
saben bien que en un rincón
sigue vivo el amor mío;
que no me mató el hastío
por que es muy grande el amor.

Lucho Ponce -Metán, Salta, Argentina

ALBAÑIL -poema

Hornero de la vida diaria

que vas por el andamiaje del poema

tensando las cuerdas

de tu pulso

edificando el sueño de la quena.

Tu palabra es ladrillo del silencio
que suma en la pared del tiempo.

Allá en la canción del amor tuyo

hay un mensaje

que pronto

vendrá a pulir el viento.


Lucho Ponce -Metán, Salta, Argentina

COPLAS A CRISTO

A tu corazón le hablo
con mi corazón le digo
que cante amor y alegría
si CRISTO está en el camino.

Temprano, al amanecer,
cuando se ilumina el día
no es el sol el que me alumbra;
es mi CRISTO que me guía.

Senda bordada con flores
multicolor es mi vida
por ella me voy confiado
tengo mi FE por guarida.

Dame amor, dame alegría,
dame trabajo y confianza,
dame humildad y nobleza
y esa luz de la esperanza.

Si te pega la tristeza
con su látigo de pena
pedile a CRISTO cantando
te libre de esa condena.


Miro mis manos abiertas
Dispuestas a trabajar
El amor puro del cielo
Que CRISTO me vino a dar.

Nublado el cielo de mi alma
reniego de la injusticia
pero recurro a mi CRISTO;
nace una tierna caricia.

Lucho Ponce -Metán, Salta, Argentina

COPLAS AL GAUCHO ANASTASIO

Pucha que había sido flojo
mi amigo el gaucho Anastasio
por andar enamorado
lo cambió al sol por un “ Casio”

Le gusta el traje de gaucho
pero algunas ocasiones
para ponerse a la moda
se rompe los pantalones.

Durante su soltería
siempre montaba a caballo
ahora pretende casarse
y una moto se ha comprado.

Una vez estando triste
hasta el vino fue a parar
anduvo hablando macanas;
terminó en cana nomás.

Por eso lo señalaron
como una mala persona
pero nunca estafó a nadie
por eso vive en la lona.

Otras veces lo encontré
meditabundo y callado
por todo se preocupaba;
¡No haber sido diputado !

El día en que conoció
a la mujer de su vida
se le endulzó la mirada
y le nació una sonrisa.

Aprendió a bailar la zamba,
el gato y la chacarera
y hasta bagualas dulzonas
cantaba para su negra

Cuando decidió casarse
el patrón le ha regalado
la mejor de las terneras
pa’ que se haga un buen asado.

Su mamita estuvo ausente
por que no quería que su hijo
ande sufriendo como ella
pero nunca lo maldijo.

Recuerdo en medio la fiesta
me le agarró la tristeza
por que tenía casi todo
pero faltaba la vieja.

Parió su mujer un chango
luego mellizas hermosas
pero quedó sin trabajo;
se puso fea la cosa.

Una vez muy abatido
por sus tres gajos de miel
le robó un pollo al vecino
para darles de comer.

Ya había pedido otras veces
y no le quisieron dar
ha llorado de impotencia
y olvidó su dignidad.

Yo lo comprendo mi amigo
cuando de un hijo se trata
es capaz de cualquier cosa
por que es el deber de un tata.

Por ese pollo robao
tendrá que pagar con creces
para cumplir por los otros
que roban y no aparecen.

No todo ha sido penumbras
en la vida de este gaucho
las mellizas estudiaron
como ha estudiado el muchacho.

Ya con canas en el pelo
mateando bajo la sombra
mira al horizonte abierto
y algún recuerdo lo nombra.

Vaya si tiene consejos
el tata pa’ darle al hijo
después de tantos otoños,
primaveras y caminos.

Ahora el gaucho Anastasio
ha vuelto a reverdecer
al ver sus gajos con fruto
del árbol que ha sido él.

En vez de sombrero negro
se pone un gorro muy raro
se hace colita en el pelo
y en la oreja cuelga un aro.

Es que las chicas le piden
él en persona lo dice
aunque son chicas del P.A.M.I.
pero su negra anda triste.

Tené cuidao Anastasio
la cumbia no es como el tango
ya has pasao de los setenta
no vengás a hacerte el chango.

Lucho Ponce --Metán, Salta, Argentina

LA VIDA -- cuento--

No pude entender para qué seguía el “Koquito” en el ruedo, que le era tan, pero tan dispar.

Hoy no pudo contemplar, con aquel asombro encantador, ese rayo recién nacido que se filtra por la galería de la abuela, para jugar con él. ¡No; qué rayo ni qué rayo, si se fue de juerga ayer a las cinco de la tarde! A pesar de los consejos de la abuela, lo mismo se fue.

Son las diez de la mañana y no regresa. La pobre abuela suspira que suspira y nada.

Claro; ella está en otra dimensión. En cambio él, tiene la flor de la edad castigándole la frente. Sus aspiraciones son otras

Además; y digámoslo de una vez, tanto jolgorio ahí al lado, él sabía por dónde pasar para llegar de inmediato y tomó la decisión final.

¡Claro que sabía del peligro! Siempre lo supo. De eso todos estábamos seguros“Koquito” siempre ha dado muestras de ser muy listo . Pero también sabemos que en cuestiones del amor, todos somos tontos.

El amor y la muerte; nos igualan.

Se hace necesario aclarar que su diminuto tamaño lo ponía en total desventaja. Tal vez llegaba a los treinta cms. y no sé si pesaba un par de kilogramos. Pero anhelaba estar en ese ruedo.

¡Cuánto quería participar de la fiesta del amor! Nunca nadie, a pesar de expresarle un gran cariño, nunca habían tenido en cuenta la posibilidad de traerle una compañera. Alguien con quien jugar, compartir, soñar, y claro, ¡Hacer el amor!

En esta noche transcurrió su vida. Qué síntesis perfecta.

Qué paralelo entre su vida y la mía. Yo también estuve mucho tiempo contemplando el jolgorio en que otros participaban, hasta que harto de ser espectador, entré a la cancha a jugar y me crucé con esa perra puta que es la vida; siempre en celo, siempre tan dispuesta al amor pero con sus cartas marcadas y en el terreno suyo.

Pobre de mí, siempre en desventaja. “Koquito” yo también, peleando contra todos, sabiendo de memoria que el final es la derrota.

De qué manera contemplaba al pequeño “Koquito”; mirándome a mí mismo. Cómo los otros le clavaban la dentadura de la superioridad. Cómo la vida me revolcaba entre los yuyos de la desesperación. Cómo actuaba en su indiferencia. Cómo la suerte, otra perra puta, siempre estaba lamiendo el placer de otros perros.

Pobre “Koquito”, después de soportar la tormenta de tarascones, se conformaba, si podía encontrar una pequeña luz, con un beso en la apertura de la vida. Un pequeño lengüetazo que le daba un enorme placer; aunque le cobrara un precio demasiado caro.

Él estaba dispuesto a dar todo por sus convicciones. Yo también.
Soñaba con que en algún rincón estaba su perra esperando por él y yo igual.
No podía admitir que todo se reducía a ese ruedo de peleas donde el más poderoso triunfa y obtiene lo que todos anhelan. Yo pensaba como el “Koquito”.

-¿ Qué carajo pasa en esta vida que la perra nuestra siempre se esconde?
Me lo preguntó un día “Koquito” con su mirada de miel amarga.

Nada pude contestarle por que a mí también me embargó la tristeza, una lluvia gris nubló mis ojos.
Lo tomé al “Koquito” entre mis brazos para sentirlo menos al dolor.
Ahí nos quedamos dormidos, soñando con los posibles, los anhelos, las ilusiones, las esperanzas, los sueños, los sueños, los sueños...
Lucho Ponce - Metán, SAlta, Argentina -julio 2.005

ROMANCE DE LA SALLAMANCA poema

1
Por no ser muy prevenido
no he cargado mi puñal
y en la barranca del río
esa brisa me hizo mal.
2
Me llamaba con canciones
nunca jamás escuchadas
eran espinas de amores
que perforaban mi alma.
3
Mi caballo desbocado
le tiene miedo a mandinga
como yo no tengo miedo
me fue tentando la intriga.
4
No sé bien en qué momento
al filo de la pasión
una morocha preciosa
bailaba a mi alrededor.
5
Su figura era un encanto
que no pude renunciar
la canción de su cintura
sin querer me hizo bailar.
6
Me llevó a la salamanca
como en un vuelo de amor
clavándome la mirada
con fuegos de su pasión.
7
Lucifer trajo su vino
para brindar por mi vida
ese era el último trago;
si ya estaba en su guarida.
8
La mujer con ese embrujo
que era todo un embeleso
me quitó el último aliento
con el puñal de sus besos.

28-9-4
Lucho Ponce -Metán, Salta, Argentina

sábado, 8 de agosto de 2009

UNA MUJER -- cuento

Cierta vez, Sixto, obrero del obraje, había llevado consigo a una mujer.
Rondaba los treinta años, edad que también ostentaba Sixto.
A sus compañeros les pareció muy bien, incluso fantasearon con que al fin alguien podía cocinar mientras ellos trabajaban. Al nuevo esposo no le gustó la idea pero alargó una sonrisa, ya que la felicidad no le permitía enojarse por simples sonseras.
Sixto, con el pasar de los días, comenzó a preocuparse, pues, le había aparecido ante sus ojos un inconveniente. Ella también había pensado igual; pero en el instante mismo en que llegó al obraje: allí habían treinta y dos hombres y ella era la única hembra, bendita entre todos ellos.
El mayor, don José Luis, de sesenta y tres años, fue el primero de la lista. Una noche, cuando todos dormían, se puso manos a la obra. Sixto escuchó un ruido y buscó el revólver debajo de su almohada. Apuntó directo al ruido, hizo el disparo y de inmediato, una patada en la mano le hizo soltar el arma. Sintió miedo, buscó el modo de encender el mechero, pero una linterna lo encandiló y sintió el frío del acero achurándole la vida.
Al día siguiente, no muy temprano, de la pieza matrimonial, salía don José Luis sacando pecho; era el nuevo “heredero”. En el obraje nadie dijo nada del tema; al menos en voz alta. Así pasaron algunos días. Ella seguía como al principio, serenamente feliz, acariciando su pelo, cuidando sus manos, leyendo viejas revistas…
Una noche sin luna, sucede un hecho casi calcado al primero. Aquí no hay disparo de arma de fuego; pero de la pieza matrimonial sale Víctor, un boliviano indocumentado, que seguía en el grupo sólo por su espíritu protector, varias veces se había jugado por sus compañeros.
Así se fueron dando las cosas como por un tobogán de situaciones, hasta que quedaron solamente tres hombres: el mayor, de unos cincuenta, el otro de cuarenta y el tercero de dieciséis. La mujer, al tomar conciencia de la realidad, decide hablar con los hombres y les plantea la situación. -No más muertes. No es posible vivir como animales salvajes pudiendo llevar una vida plena de armonía.- ¿ qué hacer entonces? Muy fácil; construir dos piezas matrimoniales más y ella estaría un día con cada hombre, cocinaría para todos y serían como una familia-. Ellos se miraron, asombrados al principio; pero al final estuvieron de acuerdo y quedaron los cuatro en santas paces.
Un helicóptero descubrió el obraje, siguiendo a un camión que iba a cargar la leña para un frigorífico, ahí la encontraron al fin a Josefina Maldonado Mitre, quien se había escapado del manicomio el año anterior y revistaba serios peligros para la humanidad. Se había hecho muy conocida por que, junto a María Elena Zaldívar, habían comido a una mujer que mataron a golpes dentro del manicomio.
--Lucho Ponce-- Metán, Salta, Argentina

Amores de la viejentud ( poemario jocoso)

A MODO DE PRESENTACIÓN
Vaya este puñado de ocurrencias, para quienes disfrutan de las cosas cotidianas,
simples, sin maldades; pero con el sabor argentino de la risa y la rima. Disfruté y disfruto mucho de "EL MARTÍN FIERRO" del gran José Hernández, o " SANTOS VEGA" de Rafael Obligado, también de la poesía ciudadana del clásico escritor Héctor Gallardi. Ellos usaron mucho la rima, por supuesto que no estoy comparando gigantes obras con mi pequeño juego literario. Me gustaría que al menos sirva para encender tu risa. De nadie ni de nada me burlo, sólo que por ser argentino tengo esta costumbre de ver el lado cómico de las cosas.
Que lo disfrutes
Lucho Ponce -Metán, Salta,

CANTOS DE DOÑA NICOLASA

Ando buscando a mi amor
que hace tiempo se ha perdido,
pago recompensa y pido
que me ayuden por favor.
Es un alegre señor
romántico y compañero
lo necesito y lo quiero,
es un hombre cumplidor.

Por la mañana en invierno,
me lo estoy imaginando,
ya me despierta cantando
su dulce canción de amor.
Me trae un mate dulzón,
me acaricia con sus ojos,
entonces yo me deshojo
y le entrego el corazón.

Lo perdí en mi nacimiento,
hace ya sesenta abriles.
Desde entonces los carriles
del deseo están desiertos,
nadie cree que esto es cierto;
no lo he podido encontrar.
Siempre he sufrido este mal;
mi sueño sigue despierto.

Mi comadre Josefina
lo tiene al compadre al vicio
y no sabe el sacrificio
que estoy haciendo estos días.
Es que en mí la algarabía
me ingresa por la ventana
y me queda ancha la cama
¡ Ay, si el compadre vendría!
****

EL CANTO DE UNA HERMANA

Yo rezo todos los días
de la noche a la mañana
el curita me acompaña;
me hace la segunda voz.
Yo siento un calor atroz
cuando el rezo se agiganta
ya lo siento en mi garganta;
es una gran emoción.

La imaginación me crece
así como crece el yuyo,
no quiero que mi capullo
quede en la ausencia dormido.
Es el capullo encendido
como en septiembre la rosa
y si una ilusión se posa
la esperanza ya ha venido.

No nací para pecar
pero ya soy pecadora
por que no veo las horas
de hacer rezo libremente.
Entonces pido vehemente
que venga la suerte un día
y me traiga esa alegría
y lo pido especialmente.

No estoy pidiendo perdón;
sólo que no puedo más.
Sé que tendré que rezar
un poco más cada vez.
Mi vida se hizo al revés,
ahora comprendo qué pasa;
sé adónde está mi comparsa
y cómo bailar también.
****

EL CANTO DE LA ENANITA

Si yo pudiera alcanzar
tu boquita de manzana
no importaría ser enana,
pero tengo la desgracia
de no contar con la gracia
de soñar con tu embeleso.
Sé que están lejos tus besos;
no he aprendido a hacer magia.

He de probar con los zancos
pa’ aprender a caminar,
los tengo que dominar
así soluciono el tema.
Conquistarte ya es mi lema,
ya tengo el sello en mi alma
y no podré hallar la calma
si no venzo esta condena.

Abajo pena mi cuerpo,
arriba sueñan mis ganas,
si no puedo, qué macana;
“virginia” me moriré.
Con san Pedro pelearé
por que siempre exige mucho;
me hará quemar los cartuchos
de tiros que no ocupé.

Yo nunca usé la escopeta
y no tengo pa’ pagar,
no hay enano en la ciudad;
ya soy una desahuciada.
Hoy me siento desgraciada
voy a cumplir los setenta,
no sé por qué nada me entra;
y no he engordado nada!
****

CANTO DE UN ESPOSO CUALQUIERA

Si mi esposa sería bella,
dulce, hermosa y delicada,
no estaría desbarrancada
mi vida con este aviso.
Pero asumí el compromiso
de acompañarla en la vida,
no le huyo a la partida;
pero me he vuelto sumiso.

No es lo que yo soñaba;
una mujer compañera,
por que se hace la mañera
en cuanto la exijo un poco.
A mí me cuesta un poroto
salir a la calle y listo,
para pelearla me alisto;
no me he de quedar tampoco.

Yo sé que soy un iluso
soñando así como sueño.
Quiero sentirme su dueño,
ocupar el gran lugar,
su corazón ha de estar
latiendo sólo por mí.
Y la cosa no es así;
ella tiene su cantar.

Cuando duerme yo la miro
y no lo puedo creer;
ahora ya es mi mujer,
al fin me di con el gusto
y de saberlo me asusto,
pues me acuerdo del camino;
yo creía que el destino
sería un poco más justo.
****

EL CANTO DE LA TONTITA

Parece que el amor viene
cuando me aparece el Pipo,
yo sé que es un gran tipo;
me hace cosquilla el ombligo.
En cuanto lo veo me digo
Carlota, él es para vos
y pasa diciendo adiós;
es rey y se hace el mendigo.

La mamita ya no puede
entender estas razones,
no sabe de corazones
que tiemblan por un amor
y el tatita ya murió,
el loro ya se ha callado;
casi sola me he quedado
la pucha que lo tiró!

¡Ay, si el Pipo se viniera
para quedarse conmigo!
Lo besaría sin testigos
y le tiraría las bolsas,
aquí tenemos las cosas
y yo cobro mi pensión.
Me hace bulla el corazón
y me pongo muy mimosa.

Envidiosas las vecinas
me han dicho que yo soy opa,
que si ese sucio me toca
hasta me puedo enfermar;
no saben lo que es amar,
entregarse a un gran amor.
Ya me estalla el corazón;
¡Pipo se quiere casar!
****

CANTO DE UN VIEJO BABOSO

Mamita cuando te veo
se me para el corazón
y no encuentro otra razón;
sé que ya te estoy amando.
Vos mientras andá pensando
de venirte hasta mis brazos;
aquí te espera un abrazo
muy dulcemente cantando.

Ya sé que cumplí setenta
y esto nadie va a creer,
quiero atenderte mujer;
vos no estás bien atendida.
Quedarás muy sorprendida
cuando descubras en mí
que puedes ser muy feliz;
no te irás arrepentida.

Yo te calculo dieciocho,
veinte tal vez si me falla.
Te he calculado la talla;
pantalones del cuarenta.
Estuve sacando cuenta
que ahora con el aguinaldo
podré hacerte un gran regalo;
aunque ya tenga setenta.

No me importa lo que digan
quieres venir a cenar?
Lo que digan me da igual;
sólo quiero verte bien,
atenderte como quien
atiende al rey verdadero.
Seré de veinte y me muero
si dices no; soy de cien.
****

AQUELLA FIESTA EN EL P.A.M.I.

Apenas sonó ese vals
ya le clavé la mirada,
yo estaba recién llegada
y lo ví muy galantón.
Su porte de gran varón
me hizo temblar las piernas,
puse en escena la tierna
y dulce mujer que soy.

Después vinieron los tangos;
me levanté para el baño.
Ahí le calculé el tamaño,
me dije: uno noventa.
Y empecé a sacar la cuenta
como me enseñó una amiga;
se estremeció mi barriga
con una ilusión polenta.

Cuando volví a mi mesa
todas las chicas miraban
que el mozo se me acercaba
como dispuesto a comerme.
Yo tuve que detenerme
Y cuando me miró a los ojos,
sentí el fuego de ese antojo
y fácil fue convencerme.

Justo empezaban los lentos
y el bolero de mi vida
puso el jugo en mi partida
y avisé que estaba lista.
Él era un malabarista,
hizo de mí su bandera,
cuando palpé la madera
pedí urgente que me asista!
****

ILUSIONES DE BALCÓN

Estoy quebrada y no puedo
salirme de este balcón,
lo siento como prisión;
sólo tengo buena vista.
La calle es como una pista
donde pasan los muchachos
exhibiendo sus cuerpachos.
¿Cómo aviso que estoy lista?

Voy a bajar una carta
en este pequeño balde,
no creo que sea cobarde;
ya sé a la hora que pasa.
Diré que mi amor rebasa,
que no hay tiempo que perder;
yo ya me he fijado en él
y lo invito hasta mi casa.

Sentí un ruido de bastón
y ese descanso agitado,
mi corazón se ha parado;
sé que ha leído la carta.
De esta cita no me apartan
ni mis nietos, ni mis hijos,
tengo el derecho y lo exijo
total; yo soy quien se ensarta.

Voy en mi silla de ruedas,
le abro la puerta y sonrío
y para beneficio mío
la casa ha quedado sola.
Él me mira y quedo toda
como entregada al amor.
¡Hace cuánto que un señor
no subía hasta mi alcoba!
****

CANTO DE LA COMPLICIDAD

El abuelo quiere ir
a dar un lindo paseo
y lo eligió al Eliseo;
que es su nieto preferido.
Dice que es más aguerrido
y que sabe conversar
y han vuelto otra vez a andar
por donde ayer habían ido.

Eliseo quiere ver
a una china divertida
y a su abuela presumida
el abuelo le echa el ojo.
Prendido como un abrojo
va el sueño de levantar
y el abuelo quiere dar
al nieto un curso chistoso.

En el puente del río Chico
vienen las dos parlanchinas;
la abuelita con la china
desean la misma cosa.
Por rato es cuestión jocosa
pero el abuelo es casado;
se hace el disimulado
y le regala una rosa.

La juventud busca un árbol
para qué? No hay que decirlo
y allá en un banco tranquilo
la viejentud decidida,
tienen la llama encendida
en la mirada asombrada;
las voces no dicen nada
por que la noche es guarida.

--Lucho Ponce - Metán, Salta, Argentina











































viernes, 7 de agosto de 2009

COPLITA

La casa de mi silencio
tiene una pena de amor
una cortina de olvido
y una ventana sin sol.

del libro inédito " el patio del coplerío"

Lucho Ponce Salta Argentina

COPLA ROMÁNTICA

Lápiz rojo de tus labios
que silencioso me llama
apenas puedo saberlo
por que muero en tu mirada.

del libro inédito " el patio del coplerío"

Lucho Ponce Salta Argentina

NO ESTOY poema

Miro a la vida.
El cristal del cielo
se rompe en su capricho vertical.
La bulla mundana
muerde con ternura
el silencio del patio.
Una música vaga
juega
entre la cabellera lacia de la lluvia.
Estoy mirando a la vida
y no me encuentro!

LOCURA DE AMOR poema

Qué placer encontrarte!
Aunque mi corazón sufra.
Te veo cargando
la ternura de siempre.
Tu saludo me enternece.
Es que tu beso en mis mejillas...
Ay, el beso,
tu beso,
ese beso
amor mío,
me quema en los recuerdos!

Lucho Ponce del Libro "Cuesta el Olvido"

ESPANTAPÁJAROS poema

No espantes los pájaros de mi alma
déjalos que canten
el perfume de las manos
permíteles llorar a tiempo
la indiferencia tuya
que toquen campanadas rojas
hasta romper las nubes
y de una vez por todas
llueva
la música
más pura.

Lucho Ponce -Salta, Argentina

jueves, 6 de agosto de 2009

Cristo y el hachero ( poema)

Dio un par de golpes en la noche
tan sólo por dos cosas;
quería ensayar el cálculo para dar el hachazo
y olerle una vez más
la fragancia al palo santo.
Cristo le puso una mano al hombro
cargada de confianza
y se fueron al rancho.
El monte olía a poleo y a miel
¡Nunca pude averiguar
quién acompañaba a quién!

Lucho Ponce - Argentina- de su libro " canciones del obraje"

por qué escribo y compongo

escribo y compongo, por que entendí que el "don" que traemos y lo pulimos, debe servir para expresarnos. Estoy muy desconforme con tanto materialismo, con tanta desunión, con tanta indiferencia. Con mi poesía y mi música estoy apostando al amor universal, pongo mi granito de arena para ver si otros se contagian como yo me contagié, pelear es digno; pero pelear con la inteligencia, desde la idea y la palabra. ya basta de guerras, muertes innecesarias, para no ser tantos, debemos aprender a controlar la natalidad, de ese modo no harán falta guerras ni tampoco inventar enfermedades. GRACIAS!!!

Diario de un bebé que no ha nacido (canción)

Apenas tengo cinco días y pretendo
hacer un diario de mi pequeña vida
todos ignoran que soy una semilla
para que el tiempo amase con sus manos.
Apenas lates corazón; consuelo mío
puedo sentir, percibo tus mensajes
pobre mi madre ¡Qué momento corazón!
nadie la ayuda ni la entiende.
(lara, lara, lará y canta tristemente- bis)
recitado:
oigo a los chicos jugando en la placita/ yo también quiero jugar alguna tarde/ pero acecha la muerte prematura/ y sé muy bien que no podré en ninguna parte.
Mientras discuten si es legal/ la educación duerme un sueño largo/ y va pasando el tiempo/ la indiferencia colecciona los abortos/ de tantas madres- niñas inocentes.
¡Pobre mi madre; canta tristemente!
(II)
Apensa tiene quince años mi mamá
mi padre ya no está, se fue para olvidarme
mis abuelos no estuvieron ni estarán
sólo la iglesia de lejos me defiende.
Una amiga le aconseja que me aborte
ahora se puede si tengo escasos días
sería persona después de haber nacido
ahora soy tan sólo una semilla.
( lara, lara, lará, y canta tristemente-bis)

recitado:
Ahí va mi madre camino hacia la muerte/ le tiembla el corazón y canta tristemente/ ya debo despedirme, pues, mi destino me ha llamado prematuramente.
A este diario, lo dejaré colgado, al costado del camino/ por sí alguien lo encuentra/ y quire defender la vida/ para que mi grito no se pierda en el olvido/ firma este diario un bebé/, un bebé....¡ un bebé que no ha nacido !

letra y música:Lucho Ponce - Argentina-

Soy un obrero del arte =canción=

Soy un obrero del arte
pero nunca gano nada
no ma he tocado la fama
para el pueblo soy un vago
nadie siente este mal trago
por que quizás nadie sabe
que el hombre ya siendo padre
tiene mucha obligación;
tengo esta preocupación
soy un obrero del arte.

El que barre tiene un sueldo
y el que gobierna también
en cambio a mí me han de ver
con la suerte de un mendigo
escuchen bien lo que digo
no estoy inventando nada
testigo ha'i ser mi guitarra
que también guarda mi sueño
de mi vuelo soy el dueño;
pero con eso no alcanza.

Si el escenario me llama
pal' escenario me iré
y seguro cantaré las espinas del dolor
de cuando en cuando una flor
para no verlos llorar
pero sepan esperar
tal vez el otro milenio
traiga un gobernante genio
para endulzar mi cantar.

Soy un obrero del arte
veinticinco horas por día
acepto que es mi porfía
no me quejo del trabajo
pero el que está bien abajo,
como el que está bien arriba
tiene un salario en la vida
por qué no lo tengo yo
el que entienda expliqueló;
pues, yo no encuentro salida.

Dirán que soy renegao
pero tengo mi postura
no estoy en candidatura
no necesito mentiras
tan sólo busco en la vida
tener un salario digno
si el arte ha sido mi signo
voy a serles siempre honesto
quiero vivir como el resto
¡No quiero ser un mendigo!

letra y música de Lucho Ponce- Salta, Argentina